martes, enero 17, 2012

De las posibilidades y el vértigo

Saber lo que puedo hacer me da muchísimo más vértigo y me inquieta en cantidades mucho más grandes que ser consciente de mis limitaciones. En todos los posibles planos de la vida...
Ver caer la...
Ayer viajaba en colectivo (gran sitio para la reflexión trascendental) y pensaba lo poco que me cuesta aprender cosas nuevas. O la facilidad que tengo para casi todo lo que emprendo...
Saber lo que soy capaz de hacer me hace sentir con ganas de hacerlo. Quizás un poco hasta en la responsabilidad de hacerlo. Un ejemplo ilustrativo, si sé que me puedo sacar un 10 en un exámen, no me copa tratar de zafarlo; si sé que puedo hacer 7 repeticiones más, no me alcanza con las 2 que me indican; si sé que sería buena actriz, me desespero por encontrar clases de teatro; si sé que puedo girar una pirueta más, por mucho que me sangren las rodillas de los golpes, sigo tratando; Etc.
Saber lo que podría hacer implica por un lado que estoy tomando la decisión de no hacerlo. El hecho de renunciar a algo, hace sonar todas mis alarmas egoístas y me estresa.
Saber que tengo infinitas posibilidades me hace funcionar la cabeza a 10000 por minuto evaluando pros y contras, eligiendo, eligiendo, eligiendo...

Náusea
"Ser la mejor Fernanda que puedas" me resuena en la cabeza constantemente. Si doy lo mejor de mí en todo lo que hago, enloquezco. ¿Entonces?
O saber que puedo sacar partes de mi que me encaaaaantan, pero elegir no hacerlo. Saber las capacidades que tengo :/
En cambio, conocer mis limitaciones implica algo tan sencillo como restar cosas que tengo ganas de hacer...
Buf.