La cosa funciona más o menos así...
Yo gano.
Ahí, estable, feliz.
Y alguien viene sonriendo y te hace pelota.
Entonces la tristeza y todo eso.
El malestar, la bronca.
La ameboidad absoluta.
O la meseta.
O como quieras.
Pero la tristeza y el enojo.
Y el ego y todo eso.
Yo no puedo
no intentar controlar
todo.
Así que y todo eso
se transforma.
Y bailo y enseño y ordeno la casa.
Y gano.
Yo gano.
"-No, no, la vida tiene que ser otra. Lo evidente es su crueldad. Unos se comen a los otros. Es lo evidente. Lo real. Los únicos que escapan a esta ley de ferocidad son los ciegos y los locos. Ellos no devoran a nadie. Se les puede matar, martirizar. No ven nada los pobrecitos. Oyen los ruidos de la vida como un encalabozado la tormenta que pasa."
sábado, abril 11, 2015
La casa está en orden
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