sábado, junio 20, 2015

Diálogos conmigo misma

-Me cuesta tanto no gritar...que no me escuchen, que no me vean, que no me entiendan.
-Porque claro, le tengo tanto miedo a la soledad.
-Pero vivo y vivimos en soledad.
-Y tendemos puentes. Y creamos mundos.
-Mundos de soledades.
-Es la ley de polaridad, mi vida. Constructora de paradojas.


-Pero además, pará. ¿Te pusiste a mirar lo hermosa que es tu soledad?
Si las energías bailan y encienden. Y acarician los vientos coloreados y torbellinescos.
Si en el tuyo hay mil mundos posibles
y las emociones te envuelven, inmensas.
Si reís y llorás y amás sola.
Si todo eso existe en vos.
Si los árboles y las flores y la envidia de gnomos y ondinas.
Porque las cascadas de agua límpida
y el olor a caramelo.

Si la magia.

Si toda esa magia.

¿Cómo no abrazar, cómo no querer
tu soledad?

Y de nuevo la paradoja y la polaridad. Que esa soledad no muera en ella, que se convierta en amor y encienda otras. Que las contagie y las anime a adornarse. Que se permita mutar y reencontrarse.

Que tienda puentes virtuales e imaginarios. Que se vuelva energía y desaparezca.

Que esté siempre presente.
Que lata, y se unifique
con todos los latidos solitarios
de este y todos los universos...