Son detestables. Tanto como la actitud de etiquetar.
Las etiquetas, de nuevo, son culturales. Y quien rotula a otra persona con cualquiera de ellas, se está privando de conocer todos aquellos aspectos que no entran en su bendita etiqueta y que de seguro existen.
El que rotula está discriminando, incluso aunque la intención sea positiva...porque está limitando el reconocimiento de las potencialidades del otro.
Y si uno rotula y otro rotula, nos matamos a tiros entre grupitos.
Por eso, no me gustan las etiquetas.
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