jueves, agosto 04, 2011

La paradoja de la personalidad

¡Hola! ¡Soy una neurona!
 ¡Miren mis dendritas!
Si han tenido la oportunidad de hablar conmigo sobre personalidad, sabrán que creo firmemente que todo es mitad y mitad. Ni nacés ni te hacés: nacés con predisposición a algo, que se desarrolla o no, dependiendo de tu historia personal.
¿Saben que el ser humano, en su cerebro tiene varias capas neuronales, que se desempeñan en diferentes funciones? Una de las capas más profundas está relacionada a los comportamientos instintivos. Es también, una de las más primitivas que posee el ser humano. Pues bien, Damasio, en su libro "El error de Descartes" afirma (lo que yo ya suponía) que hay ciertas conexiones neuronales determinadas genéticamente, relacionadas a los instintos más primitivos que poseemos. 
¡Encontré una amiga!
¡Yupi!
Una de las implicancias de estas conexiones predeterminadas es que nos enfoquemos en aspectos particulares de la realidad. Es decir, frente a la misma situación (por ejemplo, entrar en una habitación desconocida), diferentes personas fijarán su atención en distintos puntos (por ejemplo, uno puede enfocarse en la iluminación y el otro quedarse horas admirando un retrato de la pared). 
Eso por un lado.
Por el otro, como bien han descrito y estudiado Piaget y Vigotsky, el conocimiento se construye en relación con el mundo y con los otros. A su vez, estos conocimientos actúan como marco de referencia para asimilar nuevos saberes. 
En tercer lugar, tenemos claro que desde chicos vamos a estar rodeados de personas que generarán situaciones pensadas específicamente para que aprendamos. A su vez, sabemos que no somos hojas en blanco, ni siquiera cuando "no sabemos nada", puesto que tenemos una cierta predisposición genética a enfocar nuestra atención en ciertos aspectos de lo que nos quieren enseñar.
Aia...me estoy empezando a asustar...
Estos aspectos son los que después quedarán grabados más fuertemente en nuestra memoria, ya que en nuestras cabecitas se habrán formado nuevas conexiones neuronales que los incluyen. Y que a su vez, servirán como marco asimilador de la siguiente situación que se nos presente. Es decir, el aprendizaje es absolutamente subjetivo e incontrolable: ni siquiera aprendemos lo que queremos, aprendemos lo que podemos de lo que queremos o de lo que nos imponen que debemos aprender.
Entonces, se va formando un hermoso árbol de conocimientos subjetivos lleno de ramificaciones. He ahí la personalidad. 
¡Soy el Rey del mundo!
Hasta acá todo es hermoso, concreto, simple y perfecto.
Pero, vivimos en una sociedad. Que es -una-, que tiene -una- cultura *particular* que es dominante. Y la educación no es ni más ni menos que (por definición) la preparación del individuo para formarse como ciudadano de una determinada sociedad. E incluso si se intentara no educar al otro, al *vivir* en dicha sociedad, estaría constantemente en situaciones empapadas por la cultura imperante.
Y hete aquí que la cultura es necesariamente algo excluyente, pues sino sería contradictoria o demasiado vaga como para definir una sociedad. Entonces, podemos saber que no cualquier personalidad será bienvenida.
("De espirales y laberintos")
Frente a esto, todo lo explicado se va al carajo y nos tenemos que meter en psicología. Nosotros decíamos que cada uno tiene una predisposición genética base que le permite asimilar de una manera particular e individual las situaciones a las que se enfrenta, construyendo conocimientos que a su vez serán el marco asimilador de las nuevas situaciones...y así ad infinitum. Ahora bien, en algún punto de esa construcción, ese individuo va a aprender que hay determinadas *cosas* bienvistas y otras mal vistas. Si tiene suerte y es extraterrestre, su forma de asimilar las situaciones le permitrá aprender de una manera totalmente acorde a la cultura imperante.
Sino será una persona normal y tendrá dos caminos: a) no entender esto y convertirse en un inadaptado; o b) entenderlo de forma consciente o inconsciente y reprimir (generalmente de forma inconsciente) los aspectos que no concuerdan con esta cosita maravillosa llamada cultura.
Si el individuo en cuestión no tiene ningún trastorno de personalidad, es probable que entre en el grupo b), en cuyo caso tenemos varias posibilidades:
b.1) Que los aspectos reprimidos sean mínimos y no demasiado relevantes, en cuyo caso el individuo será relativamente feliz.
Hola, soy Normal.
b.2) Que los aspectos reprimidos sean muchos O muy importantes y el individuo en cuestión no pueda/quiera dejar de reprimirlos por miedo/presión social/falta de iniciativa/etc; en cuyo caso será bastante infeliz.
b.3) Que los aspectos reprimidos sean muchos O muy importantes y el individuo quiera y pueda dejar de reprimirlos, en cuyo caso se transformará automáticamente en un inadaptado.
b.4) Que los aspectos reprimidos sean muchos Y muy importantes y el individuo en cuestión no pueda/quiera dejar de reprimirlos por miedo/presión social/falta de iniciativa/etc; en cuyo caso probablemente se vuelva loco y se transforme en un inadaptado.
No flaquita, te confundiste.
b.5) Que los aspectos reprimidos sean muchos Y muy importantes y el individuo quiera y pueda dejar de reprimirlos, en cuyo caso será tildado de loco y se transformará automáticamente en un inadaptado. (Hola, qué tal? =)).
A su vez puede ocurrir que uno no tenga conciencia de los aspectos reprimidos o la tenga en parte. O que sólo quiera evitar reprimirlos parcialmente.  por supuesto todo esto es muy complejo y tiene infinitas aristas, imposibles de nombrar sin que ustedes, mis queridos lectores, se aburran y me manden al carajo por incapacidad para la síntesis.
¡Oh mi Dios! ¡El mundo está de cabeza!
No nena, vos estás al revez.
Pero nombremos rápidamente una y recordemos que en una sociedad no solamente hay una gran cultura imperante y como quedó bien claro, impuesta, sino que hay microculturas características de diferentes grupos de pertenencia...cada una con sus propias imposiciones...que incluso pueden chocar con las de la cultura dominante. Y sepamos entender que nuestro pobre individuo que era tan feliz cuando lo dejamos solo con sus neuronas, se verá obligado o querrá pertenecer a muchos de esos grupos a lo largo de su vida, en donde rigen las mismas posibilidades antes enunciadas. Es decir, que deberá adaptarse a muchísimas culturas a lo largo de su infeliz existencia.
¿Será inevitable ser careta?
Y lo que es peor, no podrá escapar de asimilar los nuevos acontecimientos de manera acorde a sus humildes conexiones neuronales, producto de su predisposición genética y de su historia personal.
Entonces, llegamos a la conclusión de que la personalidad -existe-, pero en realidad, es el resultado de un montón de represiones consecutivas. Entonces, lo que somos, ¿es realmente lo que deberíamos ser? ¿Podemos de verdad decir que tenemos una personalidad si está absolutamente condicionada por la sociedad en la que vivimos? Surge la respuesta obvia: "Hay una parte de nosotros, vos misma nos nombraste, que nos damos cuenta de las cosas que reprimimos y las queremos cambiar".
Y yo me río en sus caras y respondo...Osea que, su personalidad les dicta que dejen de reprimir cosas...¿y eso acaso no es producto también de todo lo que acabo de describir?


Entonces es cuando creo saber que
sólo soy el ser que soy cuando soy el ser que no soy
y siendo que nunca seré el ser que no quiero ser,
sería imposible hacer mi ser que no es.
Oseeeaa, el que tendría que ser si sólo fuera quien soy,
u olvidara al ser que soy o creo ser...
¡Oh! ¡Oh no! ¡Es demasiado para mí!
¡Me liquidaré! ¡Me liquidaré!*



*Fragmento de la canción "El payaso existencial", de La Manzana Cromática Protoplasmática.

4 comentarios:

  1. He leido o escuchado algo acerca de todo esto en el pasado. Exactas o no, pero basandome en lo que entendi dicen esos estudiosos, no en lo que me gustaria que fuera, creo recordar que justamente las capas primitivas son tan basicas que no se asocian con las diferentes personalidades. Osea si me paro delante de un cuadro, o no, si tengo tendencia a algo o no, no se relaciona con eso si no con lo aprendido. Bueno salvo casos muy obvios, si naci medio estupido…
    “Nosotros decíamos que cada uno tiene una predisposición genética base que le permite asimilar de una manera particular e individual las situaciones a las que se enfrenta, construyendo conocimientos que a su vez serán el marco asimilador de las nuevas situaciones...y así ad infinitum.”
    Ende las veces que se tiene a estas ideas no estoy muy de acuerdo. Ni por lo que entendi, ni por ser racista. ¿Me gustaria no fuera asi? Si claro, a la mayoria nos gusta pensar que somos especiales, decir soy especial de nacimiento, tengo magia o desciendo de una estirpe de reyes. Que es muy distinto a lo que si podemos decir mas humildemente sin darnos chapa ni discriminar a otro, y es decir soy unico. Mas aun decir soy unico por el azar de las circunstancias que fui viviendo.

    Muy bueno el final
    Si mi yo esta profundamente ligado al entorno. Por algo hasta deje de tener membranas en las manos y pies.

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  2. Me parece que no me expresé bien en la parte de la predisposición genética. Nada de lo que somos está determinado.
    La predisposición está en detalles, por ejemplo, a qué cosas tendemos a prestarle más atención.
    Pero claro, a partir de esas cosas en las que nos enfocamos, es que vamos *construyendo* el conocimiento y la personalidad.
    Y no se trata de desarrollar algo que tenemos adentro de fábrica, no digo eso. Lo que tenemos es cierta tendencia a enfocarnos en algunas cosas más que en otras. Se entiende?

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  3. Saludos Fernanda, encantado de conocerte

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